Quisiera que se inventara algo para embotellar recuerdos...

-Quiero recordar este momento siempre; pero no sé como.
-Haz una foto.
-¿Y si la pierdo?
-Pues entonces... escríbelo detalladamente en un papel. Así lo recordarás siempre.
-Pero, eso también lo puedo perder.
-Pues no hagas nada. Los buenos recuerdos nunca se olvidan. Siempre los llevarás contigo.

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Hoy es uno de esos días en los que miro atrás con nostalgia y, también, con cierta parte de resignación. Resignación porque, aún a mi pesar, he olvidado muchas cosas...

He olvidado tu olor...

Por más que lo intento soy incapaz de recordarlo. Se que me gustaba, eras tú.. ¿cómo no iba a gustarme? pero no recuerdo si olías a vainilla, a cereza o a melocotón...

Por desgracia, hay cosas en esta vida que no podemos fotografiar y que, a la larga, terminan por desaparecer o, al menos, por difuminarse en nuestra  memoria...Sin embargo, si recuerdo la sensación de estar acurrucada en tus brazos, tu sonrisa y, sobre todo, lo feliz que era, simplemente, sabiendo que, al despertarme, tú estabas ahí. 

Eso sí que no se puede recoger en una triste fotografía.. Las sensaciones son de quien las siente y nada más...Nadie nunca podrá mirando una imagen saber lo que yo sentía cuando te daba los buenos días o cuando salíamos a pasear... Y, la verdad, me alegro... ¿por qué?

Regálame la silla donde te esperaré...

Porque esos momentos siempre serán SÓLO tuyos y míos. De nadie más. 

Alejandro Sanz – Regalame la silla donde te espere