que transcurriera toda esta historia.
Reniegas porque dejas una puerta abierta a un alguien que no se decide a cruzarla.
Piensas y barajas innumerables motivos que intenten explicar por qué no lo hace,
por qué no se atreve a dar ese paso, por qué si todo está tan claro... Si total, ¿qué diferencia
hay entre estar fuera y dentro? ¿Dos pasos? ¿Quizás tres y un pequeño escalón?
¿Por qué ese alguien se empeña en ver tu puerta cerrada?
El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia
o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es
visitas a domicilio... Hay que ir a por él.
Pues eso, no puedes esperar que se atreve a cruzar la puerta, que decida arriesgarse, no todos
somos así... A veces, no es suficiente con dejar la puerta abierta, es necesario invitar a que entren...
Quizás no entran o porque no saben que la puerta está abierta o porque,a pesar de saberlo,
están esperando a que tú salgas a recibirlo... Al fin y al cabo, la puerta da a tu casa...
Mi puerta siempre estará abierta para ti... |
mires a ese alguien y le digas:
"Vamos, entra, hace mucho que te estaba esperando... No imaginas cuanto"Si te equivocas podrás pensar que, al menos, lo intentaste.
Shakira – Te Espero Sentada
Exactamente así, lo mejor es coger las riendas. Al menos nunca podrás decir que tú no lo intentaste. Saludos!
ResponderEliminarYa nos seguimos las dos!!
ResponderEliminarME gusta mucho tu blog..
=)
Aunque nunca me callo, guardo un par de secretos,
ResponderEliminarlo digo de hombre a hombre, de mujer a mujer.
(...)
De par en par te abro las puertas que me cierras.