19 dic 2011

Está prohibido pensar...

¿Cómo saber cuando pensar y cuando actuar?
Normalmente, meto la pata y me equivoco cuando actúo sin pensar y, sin embargo, cuando me decanto por la reflexión siento que me he equivocado pero, esta vez, por no actuar.

¿Cabeza y raciocinio o instinto y pasión?

Entiendo que hay determinadas situaciones o circunstancias en las que debemos pararnos, pensar, sopesar y valorar todos los pros y contras para, al fin, acabar decántandonos por la que, según nuestras numerosas cábalas, es la mejor opción.

¿Y si por pensar demasiado pierdes lo que realmente quieres?
¿Y si por no actuar eres, después, incapaz de dejar de pensar?
¿Y si, pese a tanto pensar, te equivocas?

Cuando pensamos en actuar o no, ¿debemos pensar sólo en nosotros, en lo que queremos, o, también, el resto de personas que nos rodea y que, muy probablemente, se verán afectados por nuestra decisión?
¿En qué momento o ante qué situaciones deberíamos convertirnos en seres totalmente egoístas para valorar la situación en virtud, única y exclusivamente, de lo que queremos o no?

Si quiero gritar ¿en qué medida debo preocuparme por si el niño de la vecina está dormido?
Si quiero saltar, debo calcular bien el daño que me puedo hacer con una mala caída pero, más allá de eso, ¿a quién le importan mis saltos?
Si quiero irme lejos, ¿no es mejor pensar que quien quiera verme lo hará, pese a la distancia?
Si quiero luchar, ¿cuánto me debe importar que los demás piensen que lucho por un imposible?


Que siempre he pensado que es mejor arrepentirse de actuar que de no hacerlo...
Que, como dice la canción, es mejor perderse que nunca embarcar, mejor tentarse a dejar de intentar.
y que pase lo que tenga que pasar, ¿no?

Por pensar, me mordí las ganas
y perdí la oportunidad.

Alicia

13 dic 2011

Los besos de los labios del mar.

Cuando estás cerca, tan cerca que puedo sentir tu respiración y contar cada una de tus pestañas, y el deseo, casi irrefrenable, de contarte tantas cosas aparece es entonces, y sólo entonces, cuando cierro los ojos e imagino que encuentro el mecanismo que me permitirá parar el tiempo aunque simplemente sea un momento.

Porque únicamente tú, querido innombrable, eres capaz de conseguir que los días parezcan horas y que éstas se conviertan en tristes segundos cuando la distancia que nos separa no es más que unos míseros centímetros. Sin embargo, cuando te pierdes, cuando juegas al escondite conmigo y desapareces, los días se transforman en largos meses que parecen no tener final.

El tiempo, fugaz y traicionero,  se empeña en correr más de lo necesario cuando te tengo al lado y se vuelve una carga, demasiado pesada, cuando ya te has marchado.

Que eres tú, mi innombrable..
Que sólo tú eres capaz, muchas veces, de transformar mis días grises con tu sonrisa.
Que sólo tú no sabes que eres mi innombrable.

Me gusta ganar pero contigo
estoy aprendiendo a perder.

Y es injusto...
sumamente injusto.

11 dic 2011

Un año más...

Este fin de semana ha dado bastante de sí... Lo que tengo no se puede llamar ojeras, es aún peor...y, por una vez, me encanta.

23...
El viernes no dejé de escuchar "y parece que fue ayer cuando pasamos la noche en el hospital esperando a que nacieras..." Fui, además, capaz de ganar un regalo que aún no ha llegado y me llevé alguna que otra sorpresa agradable.

Dicen que es mejor estar sorprendido que decepcionado y, jolín, que razón tienen.
Sorprendida, feliz y un año más sabia (por no decir vieja...)

Pocas horas de sueño, eso sí, pero mereció la pena por ver lo que se puede disfrutar un sábado, en familia, de compras por Ikea. Aunque suene a anuncio, no tiene precio ver la sonrisa personas a las que quieres..
No hay mejor regalo que la luz de la ilusión y los buenos momentos, en general.

Que este cumpleaños ha sido especial, no sé muy bien por qué, pero lo ha sido...
así que GRACIAS a los que habéis estado y, también ,a los que no.